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El duque de Lerma. Arte del valimiento y excelencia de la grandeza
Conferencia impartida por el doctor Bernardo García, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid.
Con esta conferencia se inauguró el Congreso internacional En el laberinto cortesano. Poder, arte e identidad en tiempos del duque de Lerma
El profesor García es un magnífico conocedor de la personalidad, trayectoria y actuaciones de don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas en distintos ámbitos, según ya demostró en su tesis doctoral, publicada bajo el título: La Pax Hispanica: política exterior del duque de Lerma. Comenzó su disertación analizando la figura del duque de Lerma como un personaje que aspiraba a sobresalir del conjunto de la nobleza, buscando ser el primero entre sus iguales. Para alcanzar la excelencia que anhelaba, debió obrar de modo ejemplar, lo cual influiría en sus sucesores en el cargo. Valido, héroe y pionero, fue el primero en inaugurar una forma de gobierno en la Monarquía Hispánica que provocó un importante desgaste político, sometido a las críticas y recelos de muchos de sus contemporáneos, pese a que lograse cumplir las pretensiones impuestas. En nuestros días, se vuelve sobre a mirar con otros ojos a una figura marcada, durante mucho tiempo, por las sombras de las críticas, pero sobre la que, también, brillan sugerentes luces y que, sobre todo, debe interpretarse dentro del contexto de su época, el reinado de Felipe III.
Don Francisco no tuvo un inicio fácil, pues devino, a temprana edad, en cabeza de un linaje, el de los Sandoval, con múltiples problemas. No obstante, consiguió superar las dificultades en base a la virtud entroncada con la ejemplaridad y logró recuperar el orgullo familiar hasta llegar a ser el primero entre sus pares. Puede ser considerado un artista, entendido como persona que domina un oficio, en este caso el del valimiento. Su visión de este, basada en la ambición y el poder, le llevó a establecer una red clientelar, configurada por sus “hechuras” que condujo, en buena parte, a privatizar la monarquía. Fue el principal artífice de la pax hispánica, lo cual le generó detractores; pues la lógica imperial y la reputación aristócrata no concebían la paz sino la victoria.
A modo de cierre de la conferencia, el profesor Bernardo García ahondó en la Grandeza del duque y cómo el proyectaba su visión. Es un personaje que construye, pero no derrocha; huye de las formas recargadas para presentarse sobrio, portando collares con una “F”, interpretada por el doctor García como alegoría de sus “favores” a la monarquía. No solo su imagen se proyecta en los retratos pictóricos y en los programas arquitectónicos que patrocinó, sino que se extiende a su forma de actuar, pues sabe negociar y agradar como excelente anfitrión y “maestro de ceremonias”. Lerma comunicaba e interpretaba los deseos del rey quien confiaba en él, lo que le permitió alcanzar honores hasta entonces no vistos, como ser capitán general de las guardas de Castilla y Aragón. Todo ello lo acompañó, a lo largo de su vida, de un frecuente trato con la Iglesia, como mecenas y promotor de numerosos edificios religiosos, pero, también, de cátedras teológicas para manifestar su condición de siervo de Dios.
Los textiles de Patrimonio Nacional
Conferencia impartida por la doctora Pilar Benito, conservadora jefe de Patrimonio Nacional, el 31 de mayo de 2024.
Con esta conferencia se clausuran, oficialmente, las actividades de la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico “Alberto C. Ibáñez” del curso 2023-2024.
La doctora Benito, reconocida especialista en las artes decorativas y, en concreto, en los textiles, es, sin duda, la mejor conocedora de las amplias y ricas colecciones de Patrimonio Nacional y artífice del montaje de la Galería de Colección Reales de Madrid. En su conferencia realizó un breve, pero sugestivo, panorama sobre la más importante colección de textiles existentes en la actualidad compuesta de 26.550 piezas que se desglosa en ornamentos litúrgicos –11.500–; tejidos para decoración –6.000–, tapices –3.200–. pasamanería –2.900–. indumentaria –1.500–. alfombras de nudo –1.200– y textiles medievales –250–.
La exposición comenzó, precisamente, por esta última sección dada su singularidad y por concentrarse, fundamentalmente, en el Museo de Telas Medievales instalado en el Monasterio de Santa María La Real de Las Huelgas de Burgos, sin parangón en el resto del mundo. Sus piezas proceden del panteón real del monasterio, especialmente de aquellos sepulcros que no fueron profanados durante la Guerra de la Independencia. Forros de ataúdes, indumentaria y almohadones son los principales tipos que podemos apreciar. Son ricos tejidos de procedencia andalusí, cuyos dibujos recuerdan, en muchos casos, las bellas yeserías del claustro procesional, pero, también, de origen tan exótico como Asia central. Se citó la singularidad de la indumentaria de Alfonso VIII, actualmente en restauración, por su lujoso color azul lapislázuli, siendo el primer monarca europeo en vestir de ese color. En este conjunto destaca, por su excepcionalidad, al no proceder del conjunto funerario, el conocido como Pendón de las Navas, de amplia significación en la historia burgalesa.
La segunda colección comentada fue la de los tapices formada por múltiples series atesoradas desde tiempos de Isabel I de Castilla, de procedencia flamenca, hasta las manufacturas españolas instaladas por los Borbones en el Siglo XVIII, a las que se unen piezas italianas o francesas. Dentro de las obras más antiguas destaca la llamada serie de los “Paños de oro” compradas por Juana de Castilla para regalársela a su madre y que, tras la muerte de la reina, volverían a su hija para decorar el palacio de Tordesillas donde estuvo recluida. En tiempos del emperador Carlos hay que citar series con paños de grandes dimensiones como la de “Los Honores”, tejida por Pierre van Aelst, que puede verse en el Museo de Tapices del Palacio de La Granja de San Ildefonso, considerada la más importante del mundo y utilizada en la coronación del emperador. A este mismo momento pertenece, también, la serie de “La conquista de Túnez” de singular significación para la monarquía hispánica y utilizada, por ejemplo, en acontecimientos tan determinantes como la exposición pública de los cuerpos de los monarcas españoles tras su fallecimiento. Es una serie que terminó representando la identidad española, según demuestra que fuera usada por el gobierno de la II República en algunos actos de notable trascendencia simbólica.
Al reinado de Felipe II corresponden obras con los cartones de Rafael, mientras que en el Seiscientos hay que destacar la serie de las Descalzas con la “Apoteosis de la Eucaristía”, encargada por Isabel Clara Eugenia y realizada con cartones de Rubens. Ya en la centuria siguiente la colección está dominada por los trabajos realizados en la Real Fábrica de Madrid donde destaca la conocida colaboración de pintores como los Bayeu o Goya. La producción de esta fábrica continúa en nuestros días, como avala la Alegoría de la Paz de Guillermo Pérez Villalta con motivo del 25 aniversario de la Constitución de 1978.
Por lo que se refiere a los ornamentos litúrgicos, la doctora Benito llamó la atención sobre dos conjuntos excepcionales. Por una parte los conservados en El Escorial, con tejidos toledanos, a la forma, bizarros o venecianos. Un segundo conjunto de ornamentos está ligado al Palacio Real de Madrid, formado en tiempos de Fernando VI y Carlos III, con un bellísimo pontifical usado en diversas ceremonias regias como las bodas de Alfonso XIII y Felipe VI. En cuanto a las alfombras, la colección está formada por piezas procedentes de la Real Fábrica de Madrid y otros talleres españoles.
Muy notables son, en opinión de Pilar Benito, los tejidos para decoración, como las colgaduras del trono, la decoración en sedas efectuada por Gasparini en el Palacio Real, los llamados doseles femeninos para el besamanos de las reinas, donde es de mencionar el espectacular conjunto conservado de María Luisa de Parma. En tiempos de Carlos IV las mejores piezas son las sedas procedentes de la afamada manufactura lionesa de Camille Pernon y que pueden verse en la Casa del Príncipe, mientras que, en la Casa del Labrador, el tejedor francés colabora con artistas españoles. Algunas de estas piezas forman parte hoy de la Galería de Colecciones Reales.
En los compases finales de la conferencia, se recordó el actual papel de Patrimonio Nacional, centrado en la restauración e instalaciones museísticas y el control de las obras depositadas en organismos públicos como representación del Estado.
Isabel de Portugal: emperatriz, gobernadora y madre. Una visión a partir de su recámara
Conferencia impartida por María José Redondo Cantera, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, el 2 de junio de 2023.
Con esta conferencia se clausuran, oficialmente, las actividades de la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico “Alberto C. Ibáñez” del curso 2022-2023.
La profesora Redondo, reconocida especialista en Historia del Arte español del Renacimiento, trabaja en diversas líneas de investigación como las relaciones artísticas entre Italia y España y los países nórdicos durante este periodo, y el papel y la relevancia de las mujeres en la Historia del Arte. Es, precisamente, en este último tema en el que se enmarcó la disertación impartida alrededor de la figura de la emperatriz Isabel de Portugal y su recámara. Isabel de Portugal, hija del rey Manuel I y esposa de Carlos I, constituye una de las figuras femeninas más atractivas de la primera mitad del Quinientos peninsular, de la que es una reconocida especialista la doctora Redondo.
En primer lugar, se plasmó la consciencia que tuvo Isabel sobre el ejercicio de la majestad y cómo lo mostraba, bien a través de los viajes realizados, los cuales le valieron ser reconocida por sus súbditos, junto a la tenencia y exhibición de joyas como signo de ostentación, lenguaje muy vinculado a la corte portuguesa donde había sido educada. Seguidamente se analizó si la imagen que ha llegado a nuestros días de la soberana es totalmente verídica, puesto que muchas de las obras en las que aparece representada proceden de copias de Tiziano y Rubens, pudiendo afirmarse que existen pocos retratos fidedignos de la emperatriz Isabel. No obstante, estas representaciones permiten, también, la recuperación de la imagen de la figura de la reina, debido al vacío existente con Juana I de Castilla, de ahí la necesidad de darla visibilidad y que, a través de ello, se muestren las joyas, los textiles, los objetos transmitidos por antepasados, la heráldica con la fusión de casas reales, etc.
Durante la conferencia se exploró, asimismo, la visión de Isabel como gobernadora, un papel más nominal que de facto, aunque, a pesar de esta circunstancia, Isabel intentó acuñar su propia imagen en este sentido, con el diseño de su divisa. Para el conocimiento de este tema, la profesora Redondo expuso la importancia de acercarnos al papel de los textiles, de diversa procedencia, y de su uso. En este sentido, valoró cómo la corte puede definirse, en estos años, como un centro de manufactura continuo en torno a la importancia de los tejidos. Todo ello resulta conocido a través de la documentación, donde se recoge con precisión y pulcritud innumerables aspectos tan reveladores como los colores y las calidades convertidos en signos de poder. Isabel asumió, igualmente, un papel destacado en la renovación del Alcázar de Madrid como medida que buscaba configurar un entorno acogedor y saludable donde criar a sus descendientes. En relación con ello, deben entenderse las numerosas y diferenciadas dependencias que ampliaron el espacio disponible, a través de un segundo patio que se construyeron en estos momentos.
Por último, se analizó la figura de la emperatriz desde su dimensión de madre. Para ello se acudió a los diversos testamentos de la reina y al reparto de su herencia, de la que fueron sus principales beneficiarios sus hijos e hijas. En este sentido, resultan especialmente reveladoras las piezas dejadas a María y a Juana, en concreto su oratorio y las numerosas joyas que dejó a la primera, así como las obras de procedencia portuguesa dejadas a la segunda. Todo ello se completó con el análisis de los retratos de ambas, representadas con sobriedad no exenta de ostentación propia de la monarquía hispánica, y la valoración de un espectacular collar de perlas que exhibe María, posiblemente legadas por su madre.
Más que musas: las mujeres, protagonistas de las artes
El jueves 2 de febrero de 2023, en el Auditorio Ana Lopidana de la Fundación Círculo Burgos, tuvo lugar la inauguración del Curso Monográfico de la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico Alberto C. Ibáñez de la Universidad de Burgos, Hilos de Ariadna. Arte e identidad femenina que cuenta con la colaboración del Comité Español de Historia del Arte (CEHA). La conferencia inicial, “Más que musas: las mujeres, protagonistas de las artes”, fue impartida por Beatriz Blasco Esquivas, catedrática de la Universidad Complutense de Madrid, reconocida especialista en el papel desempeñado por las mujeres en el mundo del Arte como avala su edición del libro Las mujeres y las artes: mecenas, artistas, emprendedoras, coleccionistas, publicado en 2021.
La conferencia comenzó recordando la llamada de atención que supuso la aparición del grupo “Guerrilla Girls” para reivindicar que, frente a una amplia mayoría de desnudos femeninos colgados en los museos, estas mismas instituciones apenas tienen representación de obras realizadas por mujeres; es decir, que el papel reconocido es el de musas, el de sujeto pasivo, pero no el de artistas. Aunque la mayoría de la intervención se centró en los ejemplos de la Edad Moderna, la profesora Blasco Esquivias efectuó un recorrido previo sobre las aportaciones que la Antigüedad y el Medievo habían realizado para el conocimiento de las mujeres y las artes cuyo papel resulta incuestionable. Obras como la Historia Natural, de Plinio el viejo, De mulieribus claris, de Boccaccio, o La Cité des Dames, de Cristina de Pizan dan a conocer el nombre de diferentes artistas o su papel en las artes, al igual que la techumbre mudéjar de la catedral de Teruel testimonia la aportación femenina en las obras constructivas.
Sin embargo, Giorgio Vasari, en sus famosas biografías de artistas, tan solo recoge, en su primera edición, a la escultura Properzia de Rossi, mientras que en la segunda edición amplía la nómina de mujeres artistas con tres pintoras. Vasari atribuye como nota distintiva de sus producciones la “gracia femenina”, ligada al virtuosismo, pero alejada de las grandes composiciones. Este planteamiento queda desmentido con la actividad de las numerosas pintoras que contemplaron los siglos XVI, XVII y XVIII, algunas tan destacadas como Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi o la luso-española Josefa de Óbidos. Asimismo, se exploraron las posibilidades que podía traer para el desarrollo de su trabajo su pertenencia a una familia de artistas, como Lavinia Fontana, o a una orden religiosa, según sucede con Plautilla Nelli o Lucrina Fetti, al igual que sus aportaciones a la ciencia, destacando los trabajos de Giovanna Garzoni o Maria Sibylla Merian.
Por lo que se refiere a los géneros cultivados por estas pintoras, se las suele asociar al retrato y, sobre todo, a bodegones, como era el caso de Fede Galizia, o temas florales, señalándose en su momento que realizaban obras de carácter imitativo, no inventivo, cuando también destacan por complejas escenas religiosas o en la temática del Antiguo Testamento, incluso en escenas mitológicas. Tampoco se olvidó de arquitectas como Plautilla Bricci o escultoras como Luisa Roldán, quién llegó a ser escultora de cámara de Carlos II y Felipe V.
En la última parte de la conferencia, la profesora Blasco Esquivas se ocupó de importantes promotoras y mecenas que utilizaron el arte como práctica de poder, logrando, incluso, introducir importantes cambios en la iconografía de este cuanto lo ejercía una mujer. Ejemplos de ello fueron María de Médici, Mariana de Austria o Cristina de Suecia a la que destacó como coleccionista, sin olvidar a Isabel de Farnesio, quien no solo impuso un nuevo gusto cortesano, sino que compró la colección de escultura clásica de aquella. Finalmente, se recordó el fundamental protagonismo de Bárbara de Braganza en la creación del Museo de Pintura de Madrid que generó el Museo del Prado. Terminó su intervención recordando el papel de santa Teresa de Jesús, a través de sus escritos, como inspiradora de un modelo arquitectónico codificado por Francisco de Mora y en el que se conciliaba la conocida triada vitruviana.
Signos que calientan paredes.
Objetos artísticos y suntuarios de los hogares sevillanos del Barroco
Conferencia impartida por Fernando Quiles, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, el 18 de noviembre de 2022.
Con esta conferencia se inauguran, oficialmente, las actividades de la Cátedra de Estudios Artísticos del Patrimonio “Alberto C. Ibáñez” de la Universidad de Burgos para el curso 2022-2023.
El profesor Quiles, especialista en el barroco andaluz e iberoamericano, planteó su intervención como el preludio de un libro en el que lleva trabajando mucho tiempo y espera que se publique el próximo año, basado en varias décadas de investigación en el archivo sevillano de protocolos notariales. Sus primeras reflexiones versaron sobre si, realmente, existió un coleccionismo sevillano o si bien se trató de una acumulación de objetos, lienzos, imágenes escultóricas, reposteros, etc. En cualquier caso, lo que resulta evidente fue la existencia de un sentimiento de propiedad que superaba la dimensión artística de las obras al estar dotadas de un sentido “significativo” ligado a la piedad o a las necesidades representativas de la época como exhibición de prestigio y poder.
Entre los poseedores de estas piezas se encontraban miembros del cabildo catedralicio, las élites nobiliarias o funcionarios de la administración de la Corona, especialmente de la Casa de la Contratación con sede en Sevilla. Fueron múltiples las vías por las que lograron atesorar una importante cantidad de piezas artísticas, como las mandas de los cónyuges o las herencias familiares, sin olvidar las importantes adquisiciones efectuadas en las almonedas de sus convecinos que dotaron de una fuerte heterogeneidad a las colecciones reunidas y que parecían satisfacer la necesidad de “llenar” las paredes de los inmuebles sevillanos con un claro sentido de horror vacui. Fueron muchas las estancias amuebladas con estas piezas, empezando por el patio, un ámbito muy vivo y dinámico en la Sevilla barroca, la escalera, presidida por imágenes devocionales, generalmente marianas, los pasillos, tránsitos y puertas, el oratorio o las salas.
Sin duda, el oratorio fue un lugar clave en las principales casas sevillanas, presidido por imágenes de cristos crucificados o de la Virgen y acompañados de lienzos de devoción donde se recogen los sentimientos más íntimos de los propietarios con advocaciones muy populares en la época como la Virgen del Pópulo o de Copacabana. Del vestíbulo a la sala principal fueron muchos los elementos que se exhibían ligados a los respectivos linajes, para demostrar su origen y antigüedad, como los reposteros con las armas familiares o lo árboles genealógicos, pero también los retratos familiares e, incluso, retratos de los reyes de la monarquía Hispánica, como signo de grandeza y de vínculo con ella a través de los cargos ocupados. Especial interés reunían las piezas del estrado, un ámbito esencialmente femenino, donde se exhibían ricos y atractivos elementos decorativos, anaqueles con vajillas, muebles muy cuidados como los escritorios, joyas, etc.
Entre los temas dominantes, además de los de carácter religioso y aquellos ligados a los orígenes familiares o los retratos, destacaban los países (paisajes) y en relación con ellos, los bodegones y pinturas de flores y pájaros que reflejaban el profundo sentido naturalista de la pintura barroca y los gustos exóticos de una ciudad ampliamente vinculada con los territorios americanos. También muy significativas fueron las representaciones de las Sibilas, profetisas de la Antigüedad a quienes se les revelaba el futuro, y también las series de los emperadores romanos.
Para finalizar, el profesor Quiles señaló la prolongación del espacio privado en las fundaciones religiosas, a las que se donaban muchas de estas obras con el fin de que no terminaran en una almoneda, sirviendo, además, de elemento de promoción personal, y también se interrogó por el papel desempeñado por los artistas en estas dinámicas. Todo lo expuesto, le permitió apuntar la existencia de numerosos y complejos talleres que, como el de Zurbarán, se adaptaron perfectamente a la demanda de una Sevilla que, a mediados del Seiscientos, era la puerta de embarque a las tierras americanas y punto de llegada de sus ingentes riquezas, convirtiéndola en una ciudad única e irrepetible.
Velázquez y el primer naturalismo
Conferencia impartida por Benito Navarrete, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Alcalá de Henares, el 10 de junio de 2022.
Con esta conferencia se clausuran, oficialmente, las actividades de la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico “Alberto C. Ibáñez” del curso 2021-2022.
El profesor Navarrete disertó sobre el más importante astro de la pintura barroca española cuya fama trascendió pronto las fronteras hispanas y se convirtió en objeto de admiración entre los expertos y coleccionistas europeos y americanos. La obra madrileña de este pintor se halla perfectamente catalogada y estudiada; sin embargo, es mucho menos conocida su etapa sevillana, momento en el que se produjo su formación en el taller de Francisco Pacheco y en el que comenzó a pintar como artista independiente en el contexto del primer naturalismo barroco.
Fue este momento en el que se centró el profesor Navarrete quien ha dedicado una parte de su actividad investigadora a analizar las obras de este periodo, habiendo aportado importantes novedades al catálogo de este artista y cuyo interés en este tema parte de una exposición, organizada junto con Alfonso Pérez Sánchez, titulada “De Herrera a Velázquez. El primer naturalismo en Sevilla”. El contexto sevillano de estos primeros años del siglo XVII resulta determinante para la revolución que supuso la pintura de Velázquez quien se formó en un ambiente de “un mar de oportunidades” como fue calificada la capital hispalense, entonces puerto y puerta de Indias.
El joven Velázquez estuvo unos meses en el taller de Francisco Herrera “el Viejo” para cambiar al de Pacheco donde llevó a cabo su formación. En este tiempo se fijó en aquellos artistas que, como Pablo de Céspedes, habían estado en Italia y comenzó a transformar la tradición manierista, basada en la copia o inspiración de estampas, por una pintura orientada al natural. En este proceso fueron fundamentales aspectos como lo que podemos denominar la “retórica del gesto”, es decir, hablar con los gestos para hacer partícipe al espectador en las obras y que contribuye a la creación de tipos iconográficos. Tampoco puede olvidarse la influencia de Caravaggio quien, a través de sus copias, también contribuyó a esta transformación.
En definitiva, la obra del joven Velázquez en Sevilla constituyó una aportación fundamental y decisiva en los cambios iconográficos experimentados en la pintura sevillana y andaluza que le llevó a la corte como especialista en retratos. Pero, para ser un gran pintor de retratos, hay que haber dominado la pintura de los gestos, de las relaciones humanas y de las historias y todo ello fue lo que aprendió en Sevilla.
Un templo al final del Camino. La Catedral de Santiago de Compostela
Conferencia impartida por Juan Monterroso, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Santiago de Compostela, el 10 de febrero de 2022. Esta intervención es la conferencia inaugural del Curso Monográfico “La catedral de Burgos en el contexto de las catedrales. Nuevas miradas en el VIII Centenario”, organizado por la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico “Alberto C. Ibáñez”, que se desarrollará los jueves hasta el 17 de mayo.
El profesor Monterroso, profundo conocedor del templo catedralicio compostelano y de sus transformaciones a lo largo del tiempo, inició su intervención con una serie de referencias personales que permitieron contextualizar sus posteriores planteamientos. Así, de la obra de Luis Martín Santos, Tiempos de silencio (1962), apunta la tristeza e intrascendencia de aquellas ciudades “que no tienen Catedral”, dada la unión indivisible que forma el binomio catedral/ciudad. De Gonzalo Torrente Ballester, en Fragmentos de Apocalipsis, recoge cómo el final de los tiempos no llegaría mientras el Pórtico de la Gloria se mantuviese en pie y, finalmente, de Antón Capitel, en Metamorfosis de monumentos y teorías de la Restauración valora la propuesta de la Catedral como un organismo vivo que crece y se transforma sin perder su identidad, lo cual, aplicado a la fábrica compostelana, se puede resumir diciendo que es un edifico románico que, con el tiempo, devino en barroco y ha llegado a nuestros días como un singular elemento patrimonial de valor diferencial.
En su intervención, el profesor Monterroso aludió a la existencia de cuatro tipos de catedrales en Santiago: en relación con su dimensión urbana, la arquitectónica, la devocional y la patrimonial. Insistió, especialmente, en la importancia de la primera que configura la imagen del templo santiagués en relación con la ciudad, al convertirse en el centro simbólico y visual del núcleo, resolviendo los problemas de relación con este, a medida que va creciendo, a través de grandes plazas para las que se dota a la fábrica catedralicia de las correspondientes fachadas.
Respecto a la dimensión arquitectónica llamó la atención sobre la metamorfosis de un templo que desde su desarrollo románico se fue transformando en clave renacentista y barroca. No obstante, en este proceso la adaptación al tramo románico, a su ritmo y proporciones, marcó las pautas de las futuras renovaciones. Finalmente, para ilustrar la dimensión patrimonial disertó sobre la catedral de Santiago como la suma de intervenciones y proyectos en la que el mundo contemporáneo aporta su conservación para su transmisión a las generaciones futuras, pero, también, un mejor entendimiento. En este sentido, destacó el singular proyecto de intervención en el Pórtico de la Gloria, desarrollado entre 2010 y 2020, que ha permitido avanzar en el conocimiento de la estructura catedralicia y en las características y evolución de este excepcional conjunto escultórico.
Las artistas modernas en España: la Generación del 27
Conferencia impartida por Concepción Lomba, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, el 3 de febrero de 2022.
Con esta conferencia se inauguran, oficialmente, las actividades de la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico “Alberto C. Ibáñez” del curso 2021-2022.
La profesora Lomba, especialista en el mundo artístico español de finales del XIX y primer tercio del XX, con singular atención al papel de las mujeres, plateó la importancia de las aportaciones femeninas en la Generación del 27. Esta Generación, en palabras de Carmen de Burgos en su obra La mujer moderna y sus derechos, publicada en 1927, responde a “otro tipo de mujer”, definiéndola como radicalmente distinta a la de 1899. Surge en este momento una “nueva Eva” cuya imagen era símbolo de modernidad identificada en su forma de vestir y actuar.
En este contexto nace un grupo de mujeres que lograron tener personalidad propia en el panorama artístico español, apoyadas por algunas instituciones o medios como la Revista de Occidente. Fue un amplio elenco de protagonistas de un tiempo nuevo que ha sido ignorado por la historiografía europea y en la que destacan pintoras como Maruja Mallo, Ángeles Santos, Rosario de Velasco o Remedios Varo, escultoras como Margarita Gil Roësset o fotógrafas como Mey Rahola. Todas ellas intentaron avanzar hacia la profesionalización de su trabajo que aspiraron a ejercer en libertad y en las mismas condiciones que sus compañeros varones.
En algunos casos lograron exponer de forma individualizada, participar en exposiciones internaciones, alcanzar reconocimientos y ser objeto de críticas en medios especializados. Practicaron algunos lenguajes artísticos de Vanguardia, rompiendo los estereotipos que las indicaba qué representar, cómo e incluso en qué formato, construyendo un nuevo universo icónico, un imaginario con representaciones que trataban de las mujeres y de su intimidad, dejándonos obras de gran calidad.
La importancia de la participación social en el futuro del Patrimonio
Conferencia impartida por Araceli Pereda Alonso, presidenta de Hispania Nostra, el 8 de noviembre de 2019.
Con esta conferencia se inauguran, oficialmente, las actividades de la Cátedra de Estudios del Patrimonio Artístico Alberto C. Ibáñez del curso 2019-2020.
Hispania Nostra es una asociación no lucrativa de utilidad pública constituida en 1976, que, en los últimos años, está poniendo especial atención en la importancia de la educación con el fin de involucrar a la sociedad en su objetivo de defender y promocionar el Patrimonio.
Entre sus principales actuaciones se encuentran una llamada de atención sobre el Patrimonio en peligro, a través de la Lista Roja, el reconocimiento de las Buenas Prácticas llevadas a cabo en intervenciones en el Patrimonio, mediante premios y jornadas, representar a España en Europa Nostra o apoyar el micromecenazgo que tan positivos resultados está ofreciendo y de los que tenemos elocuentes testimonios en la provincia de Burgos.